Ayer tuvimos una clase de teatro espontáneo&playback muy especial, se incorporan nuevas personas a la troupe, tuvimos un caldeamiento muy dinámico, expresivo y sonoro, pasamos a dinámicas del teatro de Agusto Boal con el trabajo de estatuas y conciencia corporal y emocional del aquí y el ahora, para pasar a una creación colectiva de construcción de imágenes con la técnica del psicodrama , creación surgida de lo acontecido en el emergente grupal. De ahí a la escenificación de nuestras sensaciones e historias ( técnica del teatro espontáneo&playback) , afrontar miedos antiguos, para de ahí resurgir con más fuerza y creer y crear nuestros sueños y empoderarnos, conectar con los sentidos y expresar nuestro malestar ¡ esto huele a moho!, sentir que nos conocemos desde siempre siendo el primer día, la dolencia física de una parte del cuerpo tan presente, y conmocionarnos por el resonar colectivo, con la última historia, ¡cuantas veces sentir rabia en nuestra vida y no poderla expresar...!
Y algo de aporte teórico a nuestro quehacer....
" En el teatro convergen emociones y el cuerpo; no se pueden separar, las emociones están incluidas en el cuerpo. Ambos están representados en la mascara que muestra las dos emociones primordiales enmarcadas en la vida y la muerte. El teatro es el espacio donde se muestra esta dualidad, de una manera tal, que el público puede mirar y encontrar tramas, pasiones, narración a través de la acción de los actores....
Es el actor quien irrumpe con su cuerpo y voz, con su presencia y emoción, desencadena las pasiones y estas son actualizadas por él en el tiempo y espacio escénicos" del capitulo ¡ En busca de un teatro diferente ! del Libro Teatro e Improvisación de Rafael Pérez de Silva.
Y después de una semana de obstáculos, de las piedrecitas del camino, de sentir por momentos que mi camino no es fácil , que a veces miro lo que me queda sin darme cuenta del presente, que este camino es lo mas parecido a los procesos de la tierra, de la vida en definitiva, yo y mis sueños como semilla.
Memoria escrita por Cristina Domínguez Vázquez